Recién acaba de ser publicado Penitencia -Suma de Letras- un thriller con toques de suspense, miedo psicológico e historias algo irreales, pero con personajes sólidos, creíbles.
Nos sumergiremos en la vida de Jon, un actor que decide comprar una casa en un pueblo y tener una vida tranquila lejos de fanáticos y periodistas del corazón. Pero estamos en una novela de misterio. No puede salir bien este retiro. O no pasar nada.
Es cierto que, al principio, la historia se hace algo lenta, el lector no sabe muy bien de en qué va a derivar la trama e incluso puede que en ciertos momentos se piense en abandonar la historia. Pues las cien primeras páginas, más o menos, nos ayudan a comprender a Jon y su mundo. Pero cuando comienza a coger ritmo, con unos simples golpes procedentes de la casa de al lado, nos encontraremos devorando las páginas y querremos saber el final de esta, a veces trágica historia.
Porque, además de la historia principal, conoceremos a personajes secundarios con problemas. Violencia de género, enfermedades mentales, secretos oscuros… porque nada ni nadie es lo que parece.
Sin duda, esta obra ha servido al autor para demostrar que ha mejorado con respecto a su obra debut, que se ha consolidado dentro del género y que se encuentra cómodo con la historia. Debo reconocer que su primera novela no me gustó mucho, el típico libro que compras por conocer al escritor, lees una vez y destierras al fondo de la biblioteca pasando sin pena ni gloria por tus lecturas.
Una novela perfecta para el verano. No muy larga, sin una complejidad sintáctica y con un algo, que te engancha cual serie de Netflix. Si te gusta el thriller, el misterio y las historias de muertes, donde los protagonistas tienen trastornos mentales, esta obra te va a gustar.
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