Tengo que reconocer, que no me había acercado antes a la obra de este autor, muy a mi pesar. Pero es estos días, cuando salta a la prensa la noticia de su fallecimiento, cuando, a modo de homenaje, me sumerjo en sus novelas.
Hablar de esta obra, quizás la más famosa, no es nada fácil. Hay que decir, que la editorial encargada de reeditar este libro -Lumen- ha puesto mucho mimo con una edición de tapas duras manejable y algo llamativo, filos de hojas teñidos de morado. Me alegra ver estos pequeños detalles que los lectores agradecemos.
Marsé sabe de lo que escribe. Se nota en la ambientación de una Barcelona y barrios como Monte Carmelo. Una mezcla de clases sociales bajas, media, ricos... las luchas universitarias... y mucho amor de fondo. Es evidente que vivió en los años cincuenta y que quizás escriba sobre algo que él conoció.
Destaca Manolo -o Pijoaparte- el eterno ladrón pero a la vez malote y seductor. Que en el fondo, aspira a tener una vida mejor, alejada de esa supervivencia diaria, animado por la búsqueda de un empleo mejor y escalar en la sociedad.
Por otra parte, Maruja. Una muchacha inocentona, que sueña con casarse con su amor, pero que la vida no le trata del todo bien.
Y por último, Teresa. La muchacha rica, la pija. La protagonista secundaria que en ocasiones toma el protagonismo.
Esta novela es difícil de clasificar. Tenemos realismo social por un lado, drama por el otro y algo de novela romántica. Después de todo, qué es de unos jóvenes sin amor. No voy a elogiar toda la obra, pues para mí, hay pasajes que se hacen algo pesados y lentos, que no alteran la obra si se suprimen. Pero lo que sí tiene es un algo, que te hace leer y leer para descubrir qué sucede en esta especie de relación a tres, que se difumina al final. Y hasta aquí puedo decir.
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